Es la aplicación médica de dióxido de carbono infiltrado en la piel a través de una aguja muy fina. Se necesitan entre 8-12 sesiones a nivel corporal para obtener unos buenos resultados.
Puede ser utilizado para tratar: celulitis, grasa localizada, estrías y flacidez. También a nivel facial para arrugas superficiales y ojeras (necesarias 1-2 sesiones).
Los posibles efectos secundarios son: hematomas leves, ligera molestia durante el procedimiento o enrojecimiento.
Las sesiones suelen duran 20-60 minutos. El paciente podrá continuar con normalidad su vida, sin necesidad de descanso.
Actualmente es un tratamiento muy demandado debido a la evidente mejoría en el aspecto de la piel, la rapidez del procedimiento y los pocos efectos secundarios.